miércoles, 11 de agosto de 2010

ININ HUEY TLAMAHUIZOLITZIN (Ésta es la Gran Maravilla) de Juan González

Este es el primer documento que relata la historia de la aparición de la Santísima Vírgen María de Guadalupe o "La Morenita". Es la versión que escribió el traductor presente en las entrevistas entre Juan Diego y el obispo Juan de Muzárraga, incluso en el momento en que la imagen de la Virgen se pinta milagrosamente en la tilma de Juan Diego.

Es por tanto una versión históricamente importante dado que no suprime los sentimientos de Juan Diego ni Muzárraga durante las entrevistas. Posteriormente, Juan Diego, el obispo y el mismo Juan González escriben la versión oficial, mucho más amplia pero también mas cuidadosa.

ININ HUEY TLAMAHUIZOLITZIN
(Ésta es la Gran Maravilla)
de Juan González

1.Esta es la gran maravilla que nuestro Señor Dios hizo por medio de la siempre Virgen santa María.
2.Hela aquí:
3.Lo que tendréis noticia, lo que escucharéis en que milagrosa manera quiso qué se le edificara una casa, que se le estableciera una habitación que llamarían Reina Santa María en el Tepeyac.
4.Así sucedió esto: Un pobre hombre del pueblo, un macehual de verdadera gran piedad,
5.dicho labriego (pobre casa, pobre macapal) allá en el Tepeyácac andaba por allí caminando en la cumbre
6.(para ver si por ventura una raicita pudiera escarbar), haciendo la lucha por ganarse la vida.
7.Allí vio a la amada Madre de Dios, que lo llamó y le dijo:
8.“Hijo mío el menor, anda al interior de la gran ciudad de México
9.Díle al que allí gobierna en lo espiritual, al arzobispo,
10.que yo quiero con gran deseo que aquí en el Tepeyac me hagan una habitación, me levanten mi casita
11.para que allí vengan a conocerme bien, vengan a rogarme los fieles cristianos
12.allí me convertiré (en ello) cuando me hagan su abogada.”
13.Luego fue aquel pobre hombrecito a presentarse ante el gran sacerdote gobernante arzobispo, y le dijo:
14.“Señor no voy a serte importuno, pero he aquí que me ha enviado la Señora del cielo
15.me dijo que te viniera a decir cómo desea que allá en el Tepeyácac se haga, se erija para ella, una casita para que allí le supliquen los cristianos.
16.También me dijo en cosa muy suya (en su riqueza) allí se convertiría cuando allí la invocaren.”
17.Pero el arzobispo no le dio crédito, no más le dijo:
18.“¿Qué dices hijo mío? ¡Tal vez lo soñaste o quizas te emborrachaste!
19.Si en verdad es cierto (lo que dice, dile) a esa señora que te lo dijo que te dé una señal.
20.para que creamos que realmente es cierto lo que dice.”
21.Regresó nuestro hombrecito, venía sumamente triste, y se le apareció de nuevo la Reina
22.Y cuando el hombrecito la vio le dijo:
23.“Niña, ya fui donde me enviastes pero no me cree el señor,
24.no más me dijo que tal vez lo soñé o tal vez me emborraché
25.y me dijo que para creerlo me dieras una señal para llevarsela.”
26.Y la Señora reina, amada Madre de Dios, luego le dijo:
27.“No te pongas triste, mi jovencito, anda a recoger, anda a cortar unas florecitas de donde brotaron.”
28.Estas flores sólo por milagro allí brotaron, porque en aquella sazón estaba la tierra muy seca, en ninguna parte se abrían las flores.
29.Cuando las cortó nuestro hombrecito las puso en el hueco de su tilma.
30.De allí se fue a México a decirle al obispo:
31.“Señor, aquí traigo las flores que me dio la celestial Señora para que creas que es verdad su palabra, su voluntad, que te viene a decir que es cierto lo que ella me dijo.”
32.Y cuando extendió su tilma, para mostrar las flores al arzobispo, allí también vió en la tilma de nuestro hombrecito,
33.allí se pintó, allí se convirtió en señal-retrato la Niña reina en forma prodigiosa, para que finalmente creyera el arzobispo.
34.A su vista se arrodillaron y admiraron.
35.Y en verdad que la misma imagen de la Niña reina aquí solo por milagro en la tilma del pobre hombre se pintó como retrato, donde ahora está puesta como lustre de todo el universo.
36.Allí vienen a conocerla los que suplican sus devotos,
37.y ella con su piadosa maternidad, con su afecto maternal, allí los ayuda, les da lo que le piden.
38.Y en verdad que si alguien plenamente la reconoce por su abogada, y totalmente se le entrega, amorosamente bien en su intercesora se convertirá la amada Madre de Dios.
39.En verdad que mucho lo ayudará, se le mostrará a quien la estime, a quien bajo su sombra, bajo su resguardo vaya a meterse.